El peso de la construcción en el PIB gallego alcanza la cifra más elevada desde 2012
En 2018 se ha producido un cambio de tendencia y el número de trabajadores en el sector se ha incrementado por primera vez en los últimos tres años - Aumenta la compraventa de viviendas
La construcción fue el sector más castigado por la crisis. Y hasta fue uno de los causantes de la recesión que comenzó en 2008. Su importancia en la economía era tan relevante que un estornudo en el sector inmobiliario suponía una pulmonía en la economía.
Hace tiempo que su envergadura ya no es tan notable, pero lleva ya varios años al alza. En el tercer trimestre de 2018, el peso de la construcción en el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad gallega alcanzó su mayor cota de los últimos cinco años. Fue del 6,7%. Hay que retroceder 23 trimestres, más de cinco años, para encontrar una cifra similar: 6,8% en el cuarto trimestre de 2012. Sin embargo, aún está lejos de la época de bonanza ya que en 2008 representaba el 11,1%. Fuentes del sector reconocieron una vez que explotó la burbuja inmobiliaria que este porcentaje era muy elevado y que lo "normal" sería entre el 6-7% que posee ahora.
El incremento del peso de la construcción en la economía gallega ha traído como consecuencia que el sector deje de destruir empleo por primera vez en los últimos tres años, según los datos del informe Seguimiento e análisis da construcción, publicado por el Instituto Galego de Estatística (IGE).
En los últimos ejercicios, la construcción no para de crecer, aunque a unos niveles muy inferiores a los de antes de la crisis, pero era incapaz de incrementar su volumen de empleados. En 2015 trabajaban en el sector 73.600 personas; en 2016 bajaron a 71.900 y en 2017 cayeron hasta las 66.600. Sin embargo, en 2018 se volvieron incrementar hasta los 67.400.
Tras la crisis, a partir de 2014 el sector volvió a números positivos. En 2015 creció un 3,5%; en 2016, un 4,2% y en 2017, un 6,7%. Hasta el tercer trimestre de 2018 lo hizo un 6,6%. La construcción se recupera, pero no así el número de personas que trabajan del ladrillo.
Entre 2000 y 2007, el empleo en la construcción creció a una tasa media del 4%. A partir de 2008 se produjeron abruptos descensos hasta 2014. El desplome medio anual en esos años fue del 10%.
Pese a la mejora económica, la construcción destruyó empleo en la comunidad en 2016 y 2017. En estos dos años desaparecieron casi 10.000 puestos de trabajo al caer el número de ocupados hasta los 65.700 con los que se cerró el ejercicio de 2017. Fue la segunda cifra más baja de la última década, solo superada por los 65.300 que había a finales de 2014.
Pero en 2018 se ha producido un cambio de tendencia y el número de trabajadores se ha incrementado por primera vez en los últimos tres años. El sector del ladrillo en Galicia llegó a dar trabajo a 152.000 personas en los tiempos álgidos del boom inmobiliario. Era finales de 2007 cuando la burbuja estaba a punto de estallar. A partir de ese momento, llegó la crisis y se llevó por delante más de la mitad de los empleos.
Durante 2014 y 2015, la construcción en la comunidad volvió a necesitar mano de obra y los contratados aumentaron hasta los 75.300. Pero fue un espejismo. A partir de ese momento, el número de ocupados no paró de caer. Tocó suelo a finales de 2017 con 65.700 efectivos. Pero en 2018, la tendencia ha cambiado.
El resto de variables que sirven para medir la salud del sector, y que provocan que el peso en el PIB gallego aumente, también son positivas: transacciones inmobiliarias, hipotecas, accesibilidad a la vivienda...
En los ocho primeros meses del pasado año se realizaron 12.461 transacciones de viviendas en Galicia. Fueron un 14,5% más que en el mismo periodo del año pasado y dos puntos más que la media nacional. El mercado de viviendas nuevas cada vez tiene menos peso. Del 44% que representaba en 2007 ha pasado al 20% del tercer trimestre de 2018. En cambio, las usadas han aumentado del 51% al 78%. La compraventa de viviendas de protección oficial es casi residual: un 0,9% cuando en 2010 llegó a representar el 4%.
Las hipotecas también aumentan, apoyadas por los bajos tipos de interés y la mejora de la economía. En los nueve primeros meses de 2018 ya se habían superado (95.238) los préstamos para comprar viviendas que se dieron en todo 2017 (93.522). A falta de los datos oficiales del último trimestre, la cifra es la más elevada desde 2011 cuando se superaron las 100.000.
Otro elemento importante que ayuda a la construcción y a que se vendan casas es la facilidad que tienen los gallegos para comprar un inmueble. La accesibilidad a la vivienda -el porcentaje del salario que una persona destina a la adquisición de una casa- es el menor de los últimos años. En 2018 alcanzó el 46,2%. Es el porcentaje más bajo desde el 44% de 2010.
Y la construcción de viviendas continúa con la recuperación. Durante los ocho primeros meses del pasado año se dieron 699 licencias para la edificación de edificios. Tras siete ejercicios de caídas de las licencias -entre 2008 y 2014-, en algunos casos superiores al 50%, esta variable volvió a entrar en positivo en 2015 (+1,7%), se recuperó en 2016 (+6,8%) y creció con fuerza durante 2017 (+14,6%). En 2018 se ha ralentizado al 1,7%.
(Fuente: La Opinión)